A diferencia de las recetas de origen europeo o norteamericano - que típicamente utilizan zanahoria rallada, en Brasil y otros países de Latinoamérica el queque de zanahorias se prepara licuando las zanahorias con los demás ingredientes. Esto crea una miga muy homogénea, tierna y llamativamente naranja/amarilla.
Además del color fantástico y humedad, la zanahoria aporta un dulzor especial, sutilmente vegetal al queque. En Brasil se suele cubrir con un glaseado de chocolate, pero acá propongo espolvorearlo con una mezcla de azúcar rubia, canela y nueces. Al hornearlo, se transforma una especie de costra dulce que contrasta con la miga suave y esponjosa del queque, pero que complementa cálidamente sus sabores.
Ya que la receta solo exige licuar, resulta de rápida y sencilla preparación - probablemente lo más difícil sea lavar la licuadora. Como si le faltaran cualidades positivas a esta receta: cubierto, el queque aguanta súper bien el paso de los días, así es que puede ser preparado con anticipación sin sacrificar ternura.
Rinde: 1 queque redondo de 20 cms de diámetro
2 cucharadas de azúcar rubia
1 cucharadita de canela
1/3 taza de nueces, picadas pequeñas
2,5 zanahorias de tamaño mediano, peladas y removidas las puntas (250 gramos)
¾ taza de aceite de maravilla
3 huevos
1 taza de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 1/3 taza de harina
2 ½ cucharaditas de polvos de hornear
½ cucharadita de sal
Precalentar el horno a 180°C. Enmantequillar los lados y base de un molde redondo de alrededor de 20 cms de diámetro, y cubrir la base con papel mantequilla, enmantequillándolo también.
En un bowl pequeño, mezclar la azúcar rubia, canela y nueces picadas. Reservar.
Cortar las zanahorias en varios pedazos. Poner la zanahoria cortada en la licuadora junto con el aceite, y procesar hasta que estén licuados. Agregar los huevos uno a uno. Adicionar los demás ingredientes (azúcar, vainilla, harina, polvos de hornear y sal), y licuar hasta incorporar plenamente. Con la espátula, verificar que no existan partes sin mezclar, y en caso de haberlas, licuar hasta incorporar. Resultará una mezcla naranja/amarilla, de consistencia fluida y homogénea.
Verter la mezcla en el molde preparado, y dar unos golpes contra la mesa para emparejar la mezcla. Espolvorear la superficie con la mezcla de azúcar rubia, canela y nueces. Hornear en el horno precalentado por alrededor de 55 a 65 minutos, o hasta que el queque se vea alto y su superficie dorada, y que al insertar un palito de mondadientes el centro éste salga limpio.
Dejar enfriar antes de desmoldar.